martes, 19 de febrero de 2013

El sábado es su Señor para el "Israelita"


Siempre tuve la idea de que los Israelitas del Nuevo Pacto eran feligreses simples. 
Hoy, casi al propósito provoqué que una de estas hermanas ataviadas a la usanza hebrea, me empiece “a adoctrinar”, en la periferia del Centro Comercial Plaza Norte.
Ellos usan la Biblia Reyna Valera y sólo extraen pasajes donde se valora el “mandamiento eterno de guardar el sábado”. Le dije que es un error enfatizar más el sábado que a Jesús. Si lees Lucas 24, Jesús dijo que de él da testimonio la ley, los profetas y los salmos.
En medio del debate, que fue veloz, sobresaltado y donde el descuidado terminaba nockeado. Le hice varias preguntas:
Hermana, si dices que hay que guardar los mandamientos ¿Cuántos son los mandamientos?
Ella dijo, diez. Le dije: inexacto, debes leer Éxodo y Levítico, verás que sobrepasan las centenas. Inclusive, para comer la Pascua los extranjeros debían ser circuncidados.
El más grande mandamiento no es el sábado ¿Cuál es?
Le dije, “amarás a Dios con todo tu corazón y a tu prójimo como a ti mismo. En el Nuevo Pacto que se habla en hebreos, el Eterno escribe sus mandamientos en el corazón.
¿Crees en la vida eterna? Pues ¿cómo se accede a esta?
Le afirmé que es por gracia por medio de la fe,  “no por obras para que nadie se gloríe.
¿Has leído Hechos 15?
Ella no respondió. Debes saber que lo único que se exigió a los gentiles conversos, fue no fornicar, ni ser idólatra y menos, comer ahogado de sangre.
Una última pregunta ¿Por qué te vistes como israelita?
Ella respondió que según el libro de Corintios…

Allí optamos por cada uno ir por nuestro camino. Y pensé, que ¡en la vida se iba ordenar a los corintos que se vistan como israelitas!

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