sábado, 19 de julio de 2014

¿Estamos perdiendo nuestra identidad?

Por Gilber Fauss, de Asambleas de Dios
Artículo tomado del periódico La Voz Asambleísta
"Recuerdo que solamente tenía 14 días de creyente cuando me encontré en medio de una campaña de oración por el bautismo del Espíritu Santo. No sabía que era una campaña, ni menos oración, ni mucho menos lo que era el Espíritu Santo, a mi alrededor los hermanos lloraban, gritaban, se estremecían, saltaban, levantaban las manos y hablaban en lenguas extrañas, era una locura; pero en mi espíritu entendía que era Dios tocando la vida de mis hermanos y yo también quería eso.
Han pasado treinta y tres años de esas hermosas experiencias, y hoy tenemos líderes espirituales que nos introducen a la vida de la iglesia, manuales bíblicos, escuelas de discipulado. Nadie grita como antes, nadie interumpe el culto con una palabra o testimonio improvisado. Los cánticos se ejecutan con elaboradas melodías y la predicación, en muchos casos es homiléticamente correcta. 
Sin embargo, extraño ese desorden santo; a los hermanos levantando la mano para contar lo que les acababa de suceder en el culto, la exhortación del Espíritu a través de un hermano sencillo que alzaba la voz en medio de la oración para comunicar un mensaje de Dios, extraño las campañas evangelísticas, las campañas de sanidad, las campañas de oración y ayuno por el bautizo en el Espíritu Santo.
¿Será que estamos perdiendo nuestra identidad?. Quizá nuestro deseo por crecer numércamente nos ha hecho mirar a otras organizaciones más estructuradas, que crecen sostenidamente "con orden" y nos hemos olvidado que la "locura pentecostal" siempre dio a luz multitudes; así lo enseña el libro de Los Hechos. Así se vivió hace 108 años en La Calle Azuza, así lo testifican los más de sesenta millones de asambleistas en el mundo que este año celebramos nuestros 100 años de existencia"

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