El avivamiento que necesitamos hoy

Por Ps. Elías Ángeles Vitancio*

¿Cuáles son las características del avivamiento que necesitamos hoy?

1. Que surja del corazón de Dios y no de algún predicador, apóstol o profeta contemporáneo. Dios pone esta carga en sus hijos intercesores y así se crea el clima y las condiciones espirituales para un avivamiento.

2. Que sea cristocéntrico y no antropocéntrico. El humanismo metido en la iglesia no busca llevar al hombre a reconocer su pecaminosidad. Los discípulos y apóstoles predicaron la nueva identidad en Cristo, nada de "elevar" o mejorar la autoestima.

3. Que tenga como fundamento el conocimiento y la odediencia a las Sagradas Escrituras. El desprecio por la Palabra de Dios, a Israel le costó muy caro.

4. Que afecte a todo el país y no sólo a un grupo de ciudadanos que confiesan una fe. Un verdadero avivamiento no es una fiestita espiritual, no es un retiro de ministros o una campaña de sanidad y milagros, tampoco la estrategia para robar ovejas de otro redil. El verdadero avivamiento tiene beneficios en la toda sociedad civil.

5. Que tenga como motivación el amor y la misericordia por las personas que van sin Cristo, y no como un medio para enrriquecerse.

6. Que tenga púlpitos consagrados. Que no haya una dicotomía entre lo que se predica y lo que se vive. En la actualidad hay hombres y mujeres que predican de todo: mensajes "motivadores", son excelentes vendedores, prometen todo y "profetizan" con total impunidad, hay demasiados payasos en el púlpito.

7. Que genere cambios profundos de mentalidad en los siervos de Dios. El vino nuevo se echa a perder por los intereses materialistas y egoístas de los siervos. Hace que ellos fijen la mirada en las cosas espirituales.

8. Que tenga un espíritu de comunidad y solidaridad. El avivamiento rompe los esquemas egoístas del mundo, la indiferencia del cristiano ante aquellos de la iglesia que no tienen trabajo.

9. Que lloremos por el pecado propio, de la iglesia y de la patria. El verdadero avivamiento tira al suelo al cuerpo pastoral, al consistorio, los presbíteros y toda autoridad eclesiástica.

Debemos crear las condiciones para que Dios pueda derramar el primer y más grande avivamiento en el Perú, aquel que han soñado nuestros padres y abuelos espirituales.

* Editor revista "Palabra Fiel", y pastor "Iglesia Jesucristo nuestro Rey" en SJL
El texto ha sido resumido por cuestión espacio.