viernes, 1 de noviembre de 2013

La dupla de la reforma protestante


Martín Lutero y Juan Calvino fueron los reformadores de la iglesia católica, ellos no pensaron fraccionar la iglesia. Pero como la actitud de ésta fue intransigente y reacia a volver a la pureza del mensaje bíblico, los discípulos de los reformadores protestantes fueron agrupándose. 
De hecho, la doctrina de Lutero y Calvino fustigaron la jerarquía católica y la idolatría. El siglo XVI representó un desafío, y como siempre, el catolicismo aliado de los gobiernos, persiguieron a reformadores y discípulos.
Después de cinco siglos, la iglesia evangélica ya no protesta, se acomoda a las teorías del éxito y mercado global. Sus ministros se visten como sacerdotes, los jóvenes quieren ser empresarios y no misioneros, y ni hablar de los "ministerios" musicales que son semejantes a cualquier rockero.
La reforma protestante enfatizaba la Escritura, hoy, los neopentecostales (carismáticos) divinizan la prosperidad, las caídas, danzas coreográficas y las ocurrencias del ávaro Cash y las payasadas de Gebel. 
Es pertinente que Cristo de nuevo limpie el templo con correazos. Volvamos a la oración personal, el estudio bíblico en casa... y al fuego pentecostal.

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