MENSAJE AL PUEBLO PENTECOSTAL Y EVANGELICO
Estimados hermanos, no es noticia nueva decir que la sociedad va en camino
inclinado hacia la sodomización. Lo alarmante es que las conductas anómalas estén legitimadas desde el Congreso de República con la autoría de
quienes los elegimos como padres de la patria.
Los magistrados del Tribunal Constitucional, reaccios a la Ley Bíblica,
acaban de derogar el Decreto Legislativo 28704 que penalizaba la relación sexual
entre un mayor y un adolescente de 14 a 18 años. Los fundamentos tomados,
recogen la llamada “libertad de sexualidad” con que deben moverse los
muchachos, y las parejas de corta edad que hay en la selva. De este modo, es de conocimiento público que el Santo Mandamiento de no fornicar, ya no rige ni reprime los impulsos
del subconciente. La idea dizque, “para ser feliz y hay que sentirse libre, y
no reprimirse de la libertad sexual”
Volviendo al tema de la ley derogada, les explico con un ejemplo: si tú eres un padre
cristiano, y teniendo una hija de 15 años que está medio tibiona en las cosas
del Señor, de pronto descubres que está embarazada, y lo peor, aquel padre tiene
25 años y es mundano. En este caso, ya no puedes denunciarlo por abusador de menores, siempre
y cuando “la relación intima entre él y tu hija haya sido consentida”.
No quisiera
pensar, pero así lo creo que la mayoría de jóvenes mayores piensan que se dio
una luz verde para el acto carnal con las pequeñas. La idea es que si hay
consentimiento, acuerdo, relación fundamentada y estable, el de la pareja que
es mayor, estará exento de pena. Así no fue en la legislación anterior.
Los delitos como inducir al acto sexual por engaño, violencia, secuestro,
coaccionando con dinero o por mal uso del cargo de dependencia, siempre estará
reprimido con años entre rejas y el repudio de la ciudadanía.
La despenalización en cuestión, como que quita los años a los muchachos,
hace que se desprendan prontamente de la tutela de los padres, y corta el
proceso natural de su desarrollo cognoscitivo.
Todos los que nos hemos casado ante las dos leyes, la civil y la divina,
con muchos tropiezos tratamos de entendernos entre conyugues, ¡peor aún será
entre adolescentes que ni siquiera saben que es una relación binaria en
matemáticas, o que no se debe tomar ni aspirina estando embarazada!
En este nuevo “orden” jurídico, las chicas siempre dirán que su relación
sexual fue consentida, porque no quieren ver en prisión a su amorío de juventud,
y para que sus padres no increpen de su mala decisión. También surgirá el nuevo
grupo, y tal vez mayoritario, que para paliar su pobreza, recibirá prebenda por
su virginidad, constituyéndose así, como la oficialización hipócrita de la
prostitución de adolescentes.
Pastores, les queda un gran reto, ante el nuevo panorama que ha forzado
esta derogación legal. Hermanos mayores, no espanten de las iglesias a los pocos
jóvenes, hay un mundo muy “regalón” y atractivo afuera de los templos. Padres, por favor, asuman su sacerdocio espiritual.
